Un instrumento vivo

La Flauta de Agua funciona gracias a la interacción entre el aire y el agua contenida en su interior. Al soplar por la boquilla, el aire se dirige hacia un bisel como en las flautas dulces, que genera turbulencia y produce una columna resonante dentro del tubo.

La presencia de agua modifica dinámicamente esa columna: al subir o bajar su nivel, cambian su tamaño, y por lo tanto, la altura del sonido producido. Este mecanismo permite efectos burbujeantes semejantes a cantos de aves o sonidos de anfibios e insectos, notas estables y definidas como en una flauta tradicional, glissandos continuos, y escalas microtonales.

Para lograrlo, el instrumento integra un conjunto de piezas diseñadas con precisión:

– La boquilla de melódica permite soplar cómodamente y dirigir el aire.
– El tubo resonante transparente contiene el agua y hace visible su nivel. 
– El émbolo regula el nivel del agua dentro del instrumento
– La campana-embudo amplifica el sonido y evita que el líquido se derrame al llegar al bisel.  
– El trípode sostiene la flauta en el suelo, garantizando estabilidad, comodidad para el intérprete y la conservación del agua cuando se descansa o se cambia de instrumento.